jueves, 28 de octubre de 2010

Y me fui en llanto...

Ayer fue un día raro, triste, gris.
Después de estar frente a la tele durante todo el día como viendo algo que realmente no pasaba, empezó #678 (un programa que creo que se ha caracterizado por mostrar la verdad), me cayó la ficha, mi esposo y yo nos abrazamos y por una hora no pude parar de llorar. Como en un parto, con mucho dolor, ayer la Argentina parió a una hija más, mi corazón a partir de ese momento se volvió celeste y blanco y sufrí como muchos que han nacido en esta tierra, la muerte de una persona que con su proyecto hizo bastantes cosas importantes y muy positivas.



Muchos lo criticaban por sus formas, por su arrogancia, etc., a mi eso no me importa, las acciones sí, yo no soy perfecta tampoco, nadie lo es, pero mirá si hizo cosas buenas...
Después de llorar un rato, me di cuenta que realmente estaba llorando. Al principio era como automático, después me di cuenta que gracias a este modelo, yo aprendí a amar a este país, me interesé sin buscarlo por su historia cada vez que veía que se hacían cosas por la justicia y la memoria, por los desaparecidos y por las abuelas y madres de plaza de mayo que todavía siguen buscando a los suyos.
Este modelo me abrió las puertas a mi también, como extranjera; me hizo fácil y placentero el camino de mi ciudadanía, me pusieron una alfombra roja para que camine y me sienta en casa.
Hace 9 años, antes de venirme, traté por muchos medios de informarme sobre lo que necesitaba para obtener mi residencia, fui a migraciones y nadie me dio una mano, nadie me explicó nada y la sensación era como que nadie quería invasores, era todo un caos y nadie se tomaba un tiempito para decirte lo que necesitabas saber.
Justo después que asumiera Kirchner la presidencia, me llené de valor porque realmente necesitaba el trámite, fui de nuevo a migraciones, con todos mis papeles en regla (porque me leí unas cuántas páginas web donde algunas buenas personas explicaban los pasos necesarios), y esta vez, afortunadamente, estaba todo organizado, el trámite fue rápido y más sencillo de lo que al principio parecía, y además, se respiraba otro clima.
Algunos me dirán que fue todo casualidad, que justo caí después de una organización que ya estaba prevista de antes, pero eso fue lo que yo viví y lo que tengo como experiencia para contar. No más basta con ver la nueva página web de la Dirección Nacional de Migraciones para obtener toda la información necesaria sin moverte de tu casa, antes no estaba, no existía. Yo voy a seguir creyendo que todo eso también forma parte de sus políticas de inclusión y pluralidad.
Eso quizás no sea muy importante, es verdad, que no sea de gran ayuda para la mayoría de las personas, pero puedo nombrar muchas otras cosas que sí lo son, como por ejemplo, las políticas de derechos humanos, la lucha junto a las abuelas de plaza de mayo, la creación del Banco Nacional de Datos Genéticos para una mejor y rápida identificación de los nietos desaparecidos, la ley de medios audiovisuales, la salida de la crisis económica que le tocó a la Argentina -que a pesar de lo que diga De la Rúa, no fue una cosa mágica que se dio por el alto precio de la soja, sino por la aplicación de políticas correctas-. Ni hablemos de la Asignación Universal por hijo, ni de la estatización de las AFJP, ni del ANSES, ni de los créditos para autos, ni de las jubilaciones de los abuelos, las leyes que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo, etc., etc., etc.
Además de todo ésto, como si fuese poco, era el compañero de toda la vida de la presidenta; el que junto a ella, ideó este proyecto que ahora encabeza. Ojalá que Dios le ilumine el camino y la ayude a seguir adelante con este sueño en el que nos hemos embarcado unos cuantos, que a pesar de lo que digan, somos muchos.
Gracias Argentina, hoy te abrazo en tu dolor y me siento parte de él.

¡¡Adelante presidenta!!

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