Ayer fue un día raro, triste, gris.
Después de estar frente a la tele durante todo el día como viendo algo que realmente no pasaba, empezó #678 (un programa que creo que se ha caracterizado por mostrar la verdad), me cayó la ficha, mi esposo y yo nos abrazamos y por una hora no pude parar de llorar. Como en un parto, con mucho dolor, ayer la Argentina parió a una hija más, mi corazón a partir de ese momento se volvió celeste y blanco y sufrí como muchos que han nacido en esta tierra, la muerte de una persona que con su proyecto hizo bastantes cosas importantes y muy positivas.